miércoles, 29 de diciembre de 2010

El ser humano según Nietzsche

Friedrich Nietzsche (Alemania 1844 – 1900). Enfermo durante toda su vida, fue recuperado por el nazismo a causa de un falso libro publicado por su hermana para complacer a Hitler - . Invita a pasar la página a dos mil años de pensamiento occidental, afirmando una pasión desenfrenada por la vida ‘más allá del bien y el mal'. Ateo y anticristiano.

Nietzche decía: “¿Cuál puede ser nuestra única doctrina?. Que al ser humano nadie le da sus propiedades, ni Dios, ni la sociedad, ni sus padres y antepasados, ni él mismo. Nadie es responsable de existir, de estar hecho de este o de aquel modo, de encontrarse en estas circunstancias, en este ambiente. La fatalidad de su ser no puede ser desligada de la fatalidad de todo lo que fue y será.

El no es la consecuencia de una intención propia, de una voluntad, de una finalidad, con el no se hace el ensayo de alcanzar un ‘ideal de hombre’ o un ‘ideal de felicidad’, o de un ‘ideal de moralidad’, es absurdo querer echar a rodar su ser hacia una finalidad cualquiera. Nosotros hemos inventado el concepto ‘finalidad’: en la realidad falta la finalidad...”

“... El concepto de ‘Dios’ ha sido hasta ahora la gran objeción contra la existencia. Nosotros negamos a Dios, negamos la responsabilidad en Dios: sólo así redimimos al mundo.”

Frente a toda perspectiva de igualdad y de uniformidad, Nietzsche propugna el valor del individuo. Tal es uno de los mensajes esenciales de Zaratustra. Y el superhombre será, ante todo, un individuo orgulloso de su propia singularidad. Tiene en él mismo su propia realidad, el sentido de su verdad y será él el que imponga una moral nueva.

El superhombre tiene en sí mismo la fuente de todo valor y de toda verdad. Posee el sentido de la tierra, ajeno a toda moralidad de esclavos e impone sus propios juicios. Al no poseer una moralidad determinada por los conceptos de bien y mal, se comporta como un ser amoral y tiene, en ese sentido, la inocencia del niño. Se aparta totalmente de la multitud y es capaz de crear su propia moral.

Nietzsche señala el camino de la afirmación de la vida frente a todo lo que es viejo y decadente.



Enrique Tudela Urrea 1ºBachillerato DC

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